domingo, 2 de octubre de 2011

MAMACHA CANDELARIA


Ricardo Calderón Gutiérrez, es autor de libros,  escritor en diferentes medios y un  promotor cultural permanente, labor por la que ha sido reconocido en diferentes entidades del país y del extranjero. El no se olvida de su pueblo…Ocobamba, Chincheros…
Reside  en los Estados Unidos, Miami, lugar desde el que ha fundado entidades de carácter cultural desde las que  promueve una serie de concursos de poesía y narración, festivales.
Recuerda siempre a su pueblo,  su plaza, sus calles empedradas y en ella a la juventud, para quienes organizan  y premia a los mejores alumnos  en los festivales  que promueve   y a los que asiste una vez al año...

MAMACHA CANDELARIA: PATRONA DE OCOBAMBA
Por Ricardo Calderón  ricardo_calderon@juno.com
 Este libro es una crónica de una tradición muy arraigada entre los católicos de celebrar el Día de sus Santos protectores.  La Virgen  de la Candelaria es la patrona de Ocobamba, y los ocobambinos de la región de Apurímac (Perú) celebran este Día a su manera, lo que en la segunda parte del libro se amplía con el afán del autor de averiguar como se celebra en Puno, Copacabana, Atacama, Vargas, Mérida, Veracruz, Islas Canarias, Valladolid, Punta del Este, Cuba, Colombia y otros lugares.

Segun los pasajes bíblicos, fue en esta fecha cuando la sagrada familia presentó al Niño Jesús en el templo judío siguiendo la tradición de esa época, lo que significó la presentación de la Luz Divina o el Redentor de la humanidad, por esto a la Virgen de la Candelaria se la presenta con el niño Jesús en el brazo derecho y una vela en la mano izquierda (a veces un globo terráqueo o una canastilla con un par de palomitas), y en todas partes, madre e hijo llevan una corona

La vela o el fuego representan la luz o la purificación, por lo que en Ocobamba se quema la retama en la víspera de su Día con la creencia de purificar al pueblo. En Cuba, la gente quema ropa vieja, muebles viejos, cabellos largos, etc. con la creencia de que todo lo que se quema esa noche les será renovado con creces. En Puno y Copacabana (Bolivia) la luz o el fuego vencen al demonio, a los malos espíritus o al enemigo del pueblo.

En Islas Canarias, la Virgen de la Candelaria se apareció a unos pastores (guanches) entre 1400-1401, 95 años antes de que este lugar fuera conquistado por los españoles. La Virgen de Puno fue llevada posiblemente desde Sevilla. Dos descendientes de los incas en línea recta fueron los que introdujeron esta celebración en  Copacabana (Francisco Tito Yupanqui en 1583) y Atacama (Mariano Caro).

En Ocobamba y Valladolid (México), se acostumbran las corridas de toros. Puno es posiblemente el único lugar donde el pueblo danza para la Virgen en un número superior a 200 grupos con sus propias bandas  de músicos y sus vestimentas originales, al estilo de los brasileños en los días de carnaval.

En varios lugares, esta celebración atrae a los comerciantes, quienes constituyen las famosas ferias, una de las características de esta fiesta. En los lugares donde hay una migración considerable, los emigrantes llevan su costumbre de esta celebración; tal es el caso de los ocobambinos y puneños en Lima; de los canarios y cubanos en Miami; y de los bolivianos en Río de Janeiro.

Este es el acontecimiento que celebramos los cristianos el 2 de febrero de cada año con mucha alegría y entusiasmo, aunque la forma de hacerlo varía ligeramente de un lugar a otro, y son esos detalles los que el autor revela en este libro de 120 páginas con 50 fotografías a color. Para más información, comuníquese con el autor:  


RICARDO CALDERÓN GUTIÉRREZ nació en Ocobamba (Apurímac, Perú, 1944). Fundó y dirigió la Revista Llacctánchic (Nuestro Pueblo, 1968-1971). Fundó la Biblioteca Pública de Ocobamba (1969). Se graduó de profesor de Castellano y Literatura (1971). Reside en los Estados Unidos desde 1972, donde fundó y dirige el Instituto de Cultura Peruana que ha convocado exitosamente a 20 concursos de poesía y narración. Publicó Allpamama (Madretierra,1989), Toma mi corazón (1991), Genio y figura de Don Artemio (1993) y O’bamba, nunca te olvidé (2001). Fundó y dirige el Instituto de Cultura Peruana de Miami desde 1991. Editó y publicó 24 antologías de poesía y cuento. Publicó decenas de artículos en diferentes revistas y periódicos. En noviembre de cada año viaja a Ocobamba (Perú), donde organiza el Festival de la Juventud para los estudiantes de ese pueblo, en el que entrega premios a los mejores estudiantes y a los triunfadores en diferentes concursos que organiza. Su labor ha sido reconocida por el Concejo Municipal de Ocobamba (1969), Consulado General del Perú de Miami (1998, 2006), Premio TUMI (2000), Proclama del Condado de Miami-Dade (2008), Chasqui de Oro (Ministerio de Educación del Perú, 2008). Su página web: www.letrasyartes.com/icp.

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