LA RED CHANKA EN INTERNET. Es una fuente de información cultural y de actualidad de la tierra de los Chankas, "Antahuaylla", Pradera de los celajes como se denomina la provincia de Andahuaylas, en la Región Apurímac. Mi intención es difundir lo que es el patrimonio, la identidad y valores de la gente de la tierra en que nació y fue enterrado José María Arguedas. Espero compartir y enriquecer con tu aporte y comentarios estas inquietudes . Con afecto. Arturo Gutiérrez
martes, 1 de junio de 2010
Crónica
APUNTE DE VIAJE
EL ALTO ORGULLO DE ANDAHUAYLAS. Alonso Cueto.
EL COMERCIO, EL DOMINICAL, 27/7/2003.
El carro desciende del aeropuerto entre golpes de piedras hacia la ciudad. Junto a nosotros corren los eucaliptos, las retamas, los pinos. Es domingo. Junto al camino algunos aldeanos están llevando sus animales a la feria. Pasamos por encima de un puente colonial. La pobreza aparece en la ropa empolvada en la dureza de los rostros. Sin embargo, uno de los redescubridores de este viaje es que el orgullo y la solidaridad aun son compartidos con la miseria.
La laguna de Pacucha, a 20 minutos de la ciudad es una llanura prodigiosa de agua, definida por líneas ondulantes. En las orillas se siente el susurro metódico contra las piedras. A nuestro ardedor, el perfil de las montañas se integra al universo del cielo azul. Hay un muelle y un barco pequeño. En el agua, que brota helada del subsuelo, hay pejerres, carpas, truchas. Sobre la superficie que cambia de color constantemente vuelan marihuanas, gaviotas, lecles. Tacamos. Cortinas de totora forman franjas liquidas en la orilla. El silencio parece multiplicar este escenario.
El hospital de Andahuaylas es un local plano sostenido por la voluntad de enfermeras, médicos y administrativos. Con el poco instrumental que tienen, los doctores realizan operaciones, asisten emergencias. Hay una cola de personas silenciosas, abrumadas, la mayoría de ellos con sombrero y ojotas. Médicos como Micaela Galván, Roberto Montoya, Sócrates Piña, y otros hacen lo que pueden que es mucho. En emergencias vi dos veces la misma imagen. Un joven echado y junto a el su madre, en posición de guardia tratando de espantar a la muerte mientras los médicos trabajan.
El doctor Montoya, Pediatra nos cuenta de un caso de ese mismo día. En la localidad de Chapi, en la selva de Ayacucho, una mujer gestante tuvo problemas en el parto. El feto se ahorco y se produjo lo que se llama una procidencia de mano: la mujer se quedo con su hijo muerto dentro de ella y la mano del bebe sobresaliendo de la vagina, Para que pudiera ser atendida, un grupo de amigos y parientes, construyo una camilla, y la trajo cargada cuatro días y noches sin apenas dormir. La mujer se salvo. Ahora los cargadores tienen los pies y hombros desollados en la sal de espera del hospital. Pero están satisfechos. Nadie s e entera en Lima de estos casos. Por supuesto que no. Los comuneros de Chapi eligieron el lugar más cercano. Al hospital de Ayacucho habrían llegado no en cuatro sino en siete días.
El local del cine convertido en teatro es el escenario de un espectáculo dominical de danza organizado por el INC y el Municipio. Parejas de bailarines con vestidos iluminados, juegos con hilos de lana, un conjuntote violín, flauta y arpa se complementan con números musicales como el de Isaac Vivanco y sus hijos. El teatro lleno y animado. Un publico numeroso que corea las canciones en quechua.
El doctor Cesar Venero es una figura de la ciudad. A falta de material quirúrgico modero, puede operar con un taladro, un alicate, y clavos. El taladro reemplaza al craneotomo, que se apaga solo una vez que perfora la masa craneal. Con el taladro tiene que medir en que momento ha llegado a la masa encefálica. Ha hecho cinco operaciones con el taladro y hoy todos sus pacientes hacen su vida normal. Por las tardes atiende en su consultorio, una dirección que conocen todos los taxistas. Héroe moderno, lo único que le interesa es que se muera la menor cantidad de gente posible en su ciudad.
Conversamos con Marco Antonio Ruiz del Municipio. Marco es un limeño que se fue a vivir a Andahuaylas y que no cambiaria la vida de la sierra por ninguna otra. Nos habla de la carretera a Abancay. Si se mejorara, estarían mejor conectados con el Cusco y el turismo se podría incrementar. Su jefe, el Alcalde Julio Huaraca es un campesino bilingüe, gano las elecciones en una ciudad de campesinos bilingües.
El frió va acentuándose con la subida al aeropuerto. LA ciudad queda debajo, como en un sueño real. Por que lo hemos visto, muchos andahuaylinos viven a fondo su identidad, el amor a su música, a sus paisajes, a sus héroes como Arguedas.
El orgullo esta bien asentado. La sierra es la columna central que atraviesa nuestro país. Solo si la sierra prospera, podrá hacerlo el Perú, el futuro de ciudades como Andahuaylas será el de todos nosotros.
La ciudad se fija en el fondo y me parece ver a un grupo de hombres con los pies desollados caminando con dificultad por la plaza. Son los cargadores de Chapi.
lunes, 31 de mayo de 2010
AUDIENCIA
INFORME SOBRE LA AUDICENCIA PÚBLICA REALIZADA POR EL DIARIO EL COMERCIO
EL 29 DE MAYO EN ANDAHUAYLAS
LA AGENDA DE LA AUDIENCIA REGIONAL COMPRENDIÓ TEMAS COMO:
1) Desarrollo social y económico: (Salud, educación, empleo, agricultura, ganadería, turismo, minería, ecología, etc.),
2) Proyectos de desarrollo regional (Carreteras, servicios básicos: agua, desagüe y energía eléctrica, irrigación, etc.) y,
3) Gestión pública y Participación ciudadana.
AUDIENCIAS REGIONALES
EDITORIAL Y PUBLICACIONES DEL DIARIO EL COMERCIO
Lunes 31 de Mayo del 2010
El clamor de Apurímac, tierra de todas las sangres
La última audiencia de El Comercio en Apurímac ha puesto en evidencia el empuje de los pobladores de una región que, a pesar de ser una de las más pobres del país, quiere salir adelante con el apoyo de un Estado más comprometido con la solución de sus necesidades.
Es claro que la reducción de la pobreza que el Gobierno ha dado a conocer últimamente no se ha asomado en el llamado trapecio andino, que sigue representando una dolorosa realidad. Huancavelica es la más vulnerable (77,2% de su población es pobre) seguida por Apurímac (70,3%), donde la capacidad de gasto de sus habitantes sigue siendo insuficiente para solventar siquiera la canasta familiar. Se trata de regiones donde no se han podido consolidar planes integrales de desarrollo que den prioridad a las principales actividades productivas, sobre todo en el campo que afronta la pobreza más dura. Después de todo, como ha reconocido el propio INEI, si bien la pobreza en el área urbana disminuyó de 23,5% en el 2008 a 21,1% en el 2009; en el área rural aumentó de 59,8% a 60,3% en el mismo período.
Acorde con esta realidad, las necesidades de Apurímac son, pues, múltiples: necesitan desde carreteras e infraestructura hospitalaria, hasta políticas cabales que reduzcan la apabullante tasa de desnutrición que según el censo del 2007 afecta al 35% de la población.
Pero, como demostró nuestra audiencia, los apurimeños no quieren asistencialismo. Lo que exigen es una oportunidad para crecer de manera sostenible, modernizar el campo y aprovechar las potencialidades del territorio. Piden que el Gobierno trabaje codo a codo con la población para juntos enfrentar los problemas que históricamente han trabado el desarrollo rural, del agro y la agroindustria, tales como el nivel de fragmentación de la propiedad y la falta de titularidad sobre la tierra.
Gran parte de sus habitantes aprueba la minería como el motor que necesita la economía regional, pero siempre que dichas actividades extractivas respeten el medio ambiente. Por lo pronto, en la audiencia recogimos una grave denuncia de contaminación de uno de los principales productos de la región: la papa.
Se exige una educación de calidad, universidades con ofertas técnicas y una política responsable que reduzca el analfabetismo, caldo de cultivo para la violencia social. Dramático ha sido escuchar el clamor de apurimeños que se niegan a que su región sea etiquetada como tierra de narcotraficantes y terroristas. Por el contrario, ansían un nivel de bienestar, equitativo e inclusivo; que esta región de todas las sangres forme parte de las prioridades del Estado. Hoy resulta intolerable que Apurímac y también Huancavelica no conozcan qué es el saneamiento ambiental. La dispersión territorial de las familias no debería ser un problema para que dispongan de servicios básicos indispensables.
Ante esta realidad, como hemos reiterado en este espacio, lo que se necesita es una especie de Plan Marshall a la peruana, que saque al trapecio andino del abandono en que se encuentra.
El Comercio reitera su compromiso con el desarrollo de estas regiones que, pese a las riquezas de su territorio y de su gente, siguen en un grado de postergación que este Diario se compromete a denunciar hasta que el Estado asuma su responsabilidad.
Andahuaylas no quiere más asistencialismo
Hubo importante participación de quechuahablantes
Por: Martín Huancas Chinga
Lunes 31 de Mayo del 2010
Su apariencia juvenil se escondía tras una gorra, pero cuando su voz resonó en el cine teatro Antoon Spinoy de Andahuaylas, el espíritu luchador de su pueblo se mostró a plenitud. Nélida Medina Quispe, representante de la Juventud Chanca del distrito de San Jerónimo, fue una de las participantes en la Audiencia Regional de Apurímac que organizó El Comercio el último sábado. Su intervención fue vital para comprender que las nuevas generaciones de esa tierra quieren dejar atrás el asistencialismo y reemplazarlo por el “desarrollo sostenible y el aprovechamiento de las potencialidades de su tierra”, según sus palabras.
La joven dijo que el Gobierno Central se preocupa por acuerdos comerciales con otros países, “lo que está bien”, pero se olvida de capacitar a los pueblos del interior para que puedan competir de igual a igual. “A los hombres del campo nunca se les ha dado la oportunidad para desarrollarse por sí mismos”, expresó.
Medina Quispe recordó que en su pueblo hay asociaciones de jóvenes que quieren salir adelante, pero fracasan por falta de educación y acceso a la tecnología.
La voz de la andahuaylina fue secundada por Denis Mendoza, quien exigió que las universidades de su región tengan bibliotecas especializadas.
Ellas no fueron las únicas que se preocuparon por la educación. Máximo Olaya Moreno, de la Universidad Alas Peruanas, y Ramón Vera Roalcaba, de la Universidad Nacional José María Arguedas, mostraron su preocupación por el poco nivel de preparación con el que llegan los alumnos a la universidad, así como por la gran cantidad de analfabetos que hay en la región.
La Audiencia Regional de Apurímac fue moderada por Hugo Guerra Arteaga, editor central de Opinión adjunto a la dirección de El Comercio.
MÁS VOCES
El apurimeño no habla, grita. Especialmente cuando se expresa en quechua y tiene la oportunidad de ver frente a frente a las autoridades. Nemesio Quispe Romero, representante de Conveagro, pidió ayuda para que los productos de sus hermanos campesinos les generen una ganancia justa. Otros expositores que hablaron en quechua exigieron que el Estado invierta en infraestructura agrícola y les brinde asesoramiento técnico para mejorar su producción.
Además, temas como la violencia, el narcotráfico y el terrorismo fueron rechazados de plano por los participantes y autoridades.
La conciencia ecológica salió a relucir cuando Juan Wilcapuma Taipe, teniente gobernador de Tumayhuaraca, denunció el uso indiscriminado de químicos en la producción de papa o cuando Rómulo Zamora Guillén denunció la extracción indiscriminada de agregados de construcción del lecho del río Chumbao.
Virginia Soto Espinoza, de la Federación de Mujeres de Andahuaylas, también alzó su voz para pedir a las autoridades que ayuden a las trabajadoras en el cuidado de sus hijos. “No es posible que en el mercado veamos a niños tirados en el suelo mientras sus madres trabajan”, expresó.
Además, Max Sánchez Briceño pidió a las autoridades que empleen un mensaje conciliador y se dejen de lado las rencillas entre Andahuaylas y Abancay.
Otro pedido urgente que este Diario se comprometió a apoyar fue el que hizo Roberto Montoya Altamirano, director del Hospital de Andahuaylas, quien pidió al Gobierno Central que agilice el trámite de cesión del terreno donde se construirá el nuevo nosocomio de esa ciudad.
LA CIFRA
309 Kilómetros de carreteras asfaltadas tiene la región Apurímac, según informó su presidente regional, David Salazar Morote.
LA FRASE
“El analfabetismo es un campo de cultivo para la violencia social”.
RAMÓN VERA. VICERRECTOR DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL JOSÉ MARÍA ARGUEDAS