LA HIJA
DEL INMIGRANTE…
Gilda
Trkovic Villafuerte
PERU – CROACIA
Visité el país donde
nació mi señor padre: MARKO TRKOVIC CTJEKOVIC,
inmigrante Croata de los años posteriores a la primera guerra mundial, él vino
procedente de DUBROVNIK-GRUDA, del valle
de KONABLE y radico desde el año 1940 en el distrito de San Jerónimo,
Andahuaylas, hasta su muerte.
Pienso que mis ojos
no habían visto nada hasta que conocí su ciudad natal, nada igual,
es bellísima, hay tanta historia
en sus más de 1200 años de antigüedad.
Mi papá siempre decía
que el agua del Mar Adriático era de un profundo azul y tan cristalino que se
podía ver el fondo, él como todos los croatas no exageraba, pienso que se refería a balnearios
como el de CAVAT. Lugar en el que es increíble ver a lo lejos las hermosas
casas de techos de teja roja, los hoteles modernos, los alojamientos para las
personas que no desean o no pueden gastar en hoteles, las caminatas con la
brisa del mar en el rostro y con el aroma tan particular de pinos, cipreses,
laurel y lavanda son especiales,
distintas. Esta localidad es cuna del
célebre científico Baltazar Bogisic y
también del gran pintor Vlaho Bukoval.
Se puede conocer las casas donde
ellos vivieron, hoy convertidas en Museos.
En Cilipi, donde se encuentra el
aeropuerto de DUBROVNIK hay una
iglesia muy linda, los croatas son muy católicos practicantes y los días
domingos asisten a misa con toda la familia, en el atrio de la iglesia se
presenta un grupo folklórico para el deleite de los turistas. También puedes apreciar los hermosos bordados
que con tanto esmero lo hacen las damas del valle de Konable, una de ellas la
Señora ANKA TRKOVIC (mi tía), quien realizaba estos bordados con un arte muy
especial, tengo la suerte de poseer algunos ejemplares como un legado de
familia.
Están muy cerca de
DUBROVNIK las preciosas islas de ensueño Mieit, hoy Parque Nacional, donde fue
construido el BNEDICTE MONASTERY DE SANTA MARIA, en el mismo centro de la isla.
También están las de Korchula y Lastovo. Croacia es un país de muchas y
bellísimas islas.
Todas estas
maravillas las conocí gracias a mi familia de GRUDA, mi Tio (Dundo), el Sr. IVO
TRKOVIC, su esposa Sra. YELKA TRKOVCI y mis primos los Sres. NIKO y LUKA
TRKOVIC, ellos me recibieron en la Casa TRKOVIC de GRUDA, así pude ver y
percibir muchas costumbres de ese valeroso pueblo Croata, que cada vez también
lo siento mío, hoy debo trasmitir a mis hijos, hermanos, sobrinos y nietos los
TRKOVIC del Perú todo lo que vi allá, e incentivarlos para que vayan a conocer
el lugar donde nació mi papá y sentirse orgulloso de que por su venas también
corre sangre Croata.
Desde lo alto de la
fortaleza SOKUL KULA pude divisar el maravilloso valle de GRUDA, localidad
agrícola de plantaciones de vid, hortalizas, verduras, que los pobladores
cultivan con mucho esmero, esta fortaleza fue construida según mi guía
turístico Luka Trkovic hace aproximadamente unos 1200 años para defenderse de
los invasores, es todo de piedra, es imponente.
En el Perú existen
descendientes de Croatas y sé que muchos de ellos aún no han podido conocer
este bello país, yo sugiero al Presidente del Club Croata y sus Junta Directiva
que cada año o dos pueden organizar viajes para aquellas personas que quieran
conocer el país de sus antepasados.
Para el inmigrante
como en cualquier parte del mundo, su primer escollo es el idioma y los
apellidos croatas han sido mal escritos, de esta manera hay muchos
descendientes que han perdido el contacto con sus familiares. Yo he tratado de
ser muy cuidadosa en este aspecto de la comunicación con mi familia y mi
apellido, lo escribo tal y conforme está en el pasaporte de mi papá (año 1926),
pienso que existe una estadística de los lugares de donde vinieron, ellos
podrían ir a conocer Croacia con la ayuda de esta directiva representativa en
el Perú, nosotros ya conocemos las maravillas del Imperio Incaico, pero tenemos
que conocer la otra parte, ahora siento que lo que me faltaba de mi ser está
completo, soy peruana, hablo el quechua y el español y me siento orgullosa de
la tradición y la cultura peruana y al mismo tiempo me siento Croata,
descendiente de esa raza valerosa que defiende su tierra, su tradición con su
vida.
Mis tías han puesto
especial esmero al “vestirme” con todos los detalles al estilo tradicional con
el “PREGACA”, vestido para los días especiales, han tenido la gentileza de
obsequiarme los aretes originales “VEREZICE”, pertenecientes a mi abuela, en
cada una de estas acciones por cierto muy significativas, he sentido la
presencia de mi Papá, él no pudo volver a GRUDA, pero yo traté de encontrarlo
en el aire, con aroma de laureles, pinos, cipreses y lavanda, en los viejos
árboles de olivo, de higos, en las
paredes de piedra de la casa donde nació, en su cielo tan lleno de estrellas
brillantes, en las montañas, en el azul del Mar Adriático, en cada uno de los TRKOVIC
y los CTJEKOVIC, no fue un viaje turístico, es algo mucho más profundo que soné
desde que tengo memoria, y el que conoce Croacia no deja de pensar en volver
una y otra vez hasta pronto CROACIA, a Dios pido vida y salud para contemplarte
bella y recordada GRUDA, recoger las uvas en el mes de setiembre con la cara al
sol en las parcelas de mi familia tan bien cultivadas, este valle es
maravilloso. ¡Dios quiero volver!...
Gilda Trkovic Villafuerte, nació en San Jerónimo, es hija de Marko Trokovic Ctjerovic, un inmigrante Croata que llego a Andahuaylas en el año quien decide venir al Perú, se establece en el departamento de Ica, se casa con la señora Augusta Villafuerte Rospigliosi y desde Ica, todavía a caballo el año 1940 viajan a Andahuaylas, San Jerónimo donde se establecen hasta su muerte. De este feliz matrimonio nacieron sus cinco hijos y la mayor es Gilda, quien con una gran retentiva evoca pasajes de su infancia en San Jerónimo, la gente del lugar y los inmigrantes, foráneos tomaron contacto con su padre. Desde niña uno de sus principales anhelos fue el de visitar la tierra de su padre, sus ancestros paternos para lo que viaja a Croacia, a conocer a su gente, su paisaje, su cultura. De ello, escribe una singular crónica, en las que amena y sentidamente nos narra sus experiencias de viaje, para finalmente exclamar: ¡Dios quiero volver!... [mailto:trkoviclucia@hotmail.com] de viaje, para finalmente exclamar: ¡Dios quiero volver!...