sábado, 24 de septiembre de 2011

TITO FLORES MONTES



TESTIMONIO…
Tito Flores Montes es  de raíces chankas , a él la Revista  Económica especializada  en negocios, industria , minería   y macro economia en el Perú,  le hace un reportaje  en mérito a su labor profesional  como gerente general de  LA EMPRESA FRENO. SA,  
cargo que  ejecuta  desde  el  año 2007.
Comentando la publicación  nos cuenta donde  nació, sus vivencias  en  las diferentes etapas  de su vida, momentos   en los que en las reuniones amicales escuchando al conjunto los “Primos Queridos”  se transforma en un:   ¿Te acuerdas hermano?... y, brotan incontenibles los recuerdos de toda una generación,  a continuación  una parte de ellos…
La primera infancia marca una huella indeleble.
Mis raíces son andahuaylinas como las de mis padres Carlos Flores Pinto y de mi madre Emma Montes Barnett, quien si bien nació en el Cuzco, pero su familia es del Lugar. Nací en la emblemática calle constitución, para quienes todavía se acuerden en la casa de la familia Menacho, de los padres del popular “sisi”. Viví allí hasta los cinco años.

 Recuerdo que mi papa era director de la escuela elemental  Nº  651  ubicada en la encantadora y bella alameda de ese entonces, mientras él  compartía labores docentes con don Lazaro Carrillo, don Erasmo montoya, mi tia Olga Flores, la Sra. Angélica Menacho,  nosotros  compartíamos el jardín de la Infancia , nuestros primeros juegos con Dario,  Ciro Luna, Humbertito, Lucho Montoya, Yolvi Alarcon Altamirano, Chamaco Hermoza, Raúl Quino, Mario Gutiérrez y otros amigos con quienes todavía nos reunimos. 
Esa primera infancia es una  etapa con recuerdos  imborrables de llanto y gozo al acudir al jardín  de la infancia, donde aprendimos nuestras primeras letras, juegos y peleas, pero sobre todo recibimos  lecciones de ética, decencia de nuestras profesoras la Sra., Rosa Luna, la tía Dora Quino, la Sra. Elva Herrera. Es curioso, pero por los paseos o excursiones familiares se grabaron en mí: Pacucha, Hualalachi, Ccoñeccpuquio, el cerro Huayhuaca que me parecía altísimo e interminable el rio Chumbao, todavía cristalino en ese entonces, Sanji, Talavera…

También en Abancay, la hacienda Yaca, fuiste grauino…
En Abancay compartimos la segunda etapa de nuestra niñez con los amigos Chauca,  Castañeda, Garay,  Ochoa, Loza, Salas samanez,  Valer, Berrio, los  Levy entre otros… allí aprendimos a disfrutar del Mariño, del Ampay, Tamburco, el Olivar, Patibamba, Illanlla, la famosa piscina del  Dr. Díaz. La granja, etc.

Por razones de trabajo de mi padre nos mudamos a vivir a la hacienda yaca en Abancay, donde vivimos 12 años. Abancay y Andahuaylas tenían y tienen hasta hoy una sana rivalidad que se vivía en esa época con más emoción en las competencias deportivas como el futbol, el tiro al blanco y las famosas peleas de gallos.  Mi abuelita Celia Pinto que era profesora retirada, nos enseño los primeros años  en una escuela que ella formo, en la que enseñaba  también a varios niños de la hacienda, después mis dos  hermanos y yo fuimos a estudiar al “Miguel Grau “colegio emblemático de Abancay.

Los  duelos en el futbol…
Recuerdo  que nos emocionábamos al ver jugar al equipo de futbol del colegio y después de un clásico triunfo dominical corríamos tras los “héroes”  de la tarde que  seguidos de sus hinchas recorrían las calles cantando:   
“Salgan muchachas a sus balcones //  que los grauinos han de pasar //   luciendo siempre su chompa roja  // y su cristina color azul…   

Cuando venia el poderoso equipo “Cienciano” del Cuzco eran clásicos emocionantes, se enfrentaban al “Grau”  o  al “Independiente”  de Abancay,  con mis hermanos hacíamos barra a los equipos de Abancay como orgullosos  estudiantes grauinos.  Pero la cosa cambiaba de raíz cuando venia un  equipo de Andahuaylas y se enfrentaba a un equipo de Abancay,  afloraban del  corazón nuestro orgullo y origen chanka. Veía  con emoción y con nerviosismo  como se afrontaban,  la rivalidad de abanquinos y andahuaylinos era permanente,  las  broncas con nuestros amigos del colegio eran  inevitables, pues nos pasábamos a la barra andahuaylina,  nosotros  entusiasmados   aclamábamos    a los  hermanos Cardenas, mientras que los abanquinos aplaudían a los hermanos  Castañeda.

La Secundaria, la universidad, las caravanas de retorno…
En Lima ingresé  al colegio Nuestra Señora  de Guadalupe, allí nos encontramos hasta terminar la media con: Guido samanez, Ciro Luna, Carlos Peñaloza, Lucho Montoya, Arturo Gutierrez, Carlos Flores, también andahuaylinos.     En esa época  nuestra preocupación en las vacaciones  era como regresar a la tierra santa de nuestros amores.  El Club Andahuaylas con el Dr. Victor Agüero, Rómulo Tello, el Dr. Miguel Angel Pinto organizaban las “Caravanas de Retorno”, y allí estábamos en los ómnibus haciendo chacota   o bien en grupos para poder estar en las  festividades del aniversario de  Andahuaylas y/o en las vacaciones de fin de año, para disfrutar de los amigos, la belleza de Andahuaylas y en el mes de febrero sus carnavales, yunzas, comparsas y las inolvidables fiestas del club  social para  cuyo ingreso era obligatoria la  invitación,  el terno y corbata.  

Los viajes por tierra en esa época eran  por carretera  sin asfaltar, casi tres  días con buena suerte,  si es que no había un huayco o un derrumbe que  interfería el viaje. La cosa   era más seria cuando uno estaba enamorado de una “Linda andahuaylina”, como hizo nuestro amigo Pancho Pardo que viajó tres  días de ida y tres días de vuelta, sólo para estar en una fiesta del club.

En Andahuaylas…
Muchas veces ya de madrugada  en la plaza de armas se escuchaba un   coro que cantaba “Abrid ancho paso// las palmas batid // que va Guadalupe, marchando a la lid “,  y  en pugna: “A la marcha y al deporte a correr // colegiales marchemos a la lid”.., que entonaban  Héctor Cáceres, Humberto Altamirano, Roly Caller, Pocho León, Carlos Orbegoso,  y Alberto Vizcarra que si bien ya era de otra “liga”  siempre departía con nosotros, y entre ambos grupos  “guadalupanos” y “espinocinos” se generaban  las competencias más insólitas que se puede imaginar,  casi siempre culminaban en  románticas  serenatas en Talavera, San Jerónimo o el mismo Andahuaylas.  

Carlos Flores, Alcalde de Andahuaylas…
Recuerdo con mucha emoción como el pueblo de Andahuaylas, en la época que mi padre era alcalde,  se organizó como un solo puño para  lograr  la construcción del actual aeropuerto de Andahuaylas, se olvidaron diferencias políticas y sociales y se logro que Andahuaylas en premio a su laboriosidad reciba el preciado trofeo que daba el gobierno a la provincia más laboriosa del Perú: “LA LAMPA DE ORO “,  en homenaje a este logro se   construyó  el parque de “La lampa de oro”. Este hecho quedó registrado en las conocidas cartas que el laureado Jose Maria Arguedas  escribió a mi padre con la añoranza de volver a su tierra natal, las copias  le fueron entregadas a Arturo Gutiérrez y publicadas en “el Chasky, Vocero Apurimeño”, periódico que él dirigía.

Poco tiempo después   con alegría  y  orgullo vimos los andahuaylinos llegar el primer avión a nuestra querida tierra, esta emoción no la podemos ni debemos olvidar fácilmente. Al  terminar el colegio ingresé a la UNI para estudiar ingeniería industrial.

Los molineros…
Viviendo en Lima la actividad deportiva y reencuentro entre andahuaylinos  como estudiantes y profesionales era frecuente,  todos los domingos nos convocábamos para  jugar fulbito.  En   un inicio el Parque Republica de Chile y otros parques eran nuestro escenario, hasta que los vecinos por una luna rota llamaban a los patrulleros y había que migrar.

Después,  por mucho tiempo el campo deportivo de la Universidad Agraria fue el punto de concentración, hasta que llegamos al Complejo deportivo del Ministerio  de Agricultura  en la Molina, inscribiéndonos como socios gracias a la gestión de Arturo quien  laboraba en ese Ministerio.  Por más de dos  décadas los “andahuaylinos” (como llamaban al grupo en el club): Pocho León, Raúl Espinoza, Los hermanos  Edy, Ely Alarcón, Rubén Aguilar, Hermo Altamirano, Carlos Hoyos, Guido Samanez,  Lucho Hermoza, Arturo, “Chalaco", Toti Colunge, Pedro Vivanco, Hugo del Pozo, José Lazarte, Walter Nalvarte, Coco Cárdenas, Alejandro Garcia, Uriel Luna, Lucho Ore, éramos infaltables los días domingos  a los partidos en la “Molina”,  lo que se complementaba con las reuniones ya familiares en  el mismo centro y/o una u otra casa para celebrar los cumpleaños  u otras  festividades. 

“Los Primos queridos”…
Por diversas circunstancias, y más de repente por el tiempo que no perdona se dejó de practicar este deporte, pero las reuniones de esta generación   aunque esporádicas  se realizan con más frecuencia en la casa de Mario Gutiérrez, para escuchar tocar y cantar a Percy Flores, Humberto Altamirano, Hernán Altamirano, Lucho León Altamirano y Lucho Vargas Altamirano,  quienes conforman un magnifico  grupo musical “ Los Primos queridos” ,  y mientras ellos interpretan sus composiciones , todas para y por nuestro Andahuaylas, en los  intermedios , se escucha decir con nostalgia:  ¿Te acuerdas hermano ?…
  Arturo Gutiérrez V.  arturgu@speedy.com.pe    //   Tito Flores Montes  tfm@frenosa.com.pe    


Tito, Estudió ingeniería industrial en la UNI, para luego hacer su post grado en Alemania, país en el que se inicia trabajando en la Bayer AG. Alemana. También fue    gerente general de Sudamérica de Fibras  (ex Bayer) en dos oportunidades  en Perú, así como en el Brasil/ Salvador Bahía. Por sus méritos es convocado a las Gerencias de Metalúrgica Peruana y finalmente a la empresa FRENO SA. donde labora hasta la fecha.