miércoles, 1 de mayo de 2013

Gilda Trkovic Villafuerte



LA HIJA DEL INMIGRANTE…

Gilda Trkovic Villafuerte

PERU – CROACIA

Visité el país donde nació mi señor padre: MARKO TRKOVIC CTJEKOVIC, inmigrante Croata de los años posteriores a la primera guerra mundial, él vino procedente de DUBROVNIK-GRUDA, del valle de KONABLE y radico desde el año 1940 en el distrito de San Jerónimo, Andahuaylas,  hasta su muerte.

Pienso que mis ojos no habían visto nada hasta que conocí su ciudad natal,  nada igual,  es  bellísima, hay tanta historia en sus más de 1200 años de antigüedad.

Mi papá siempre decía que el agua del Mar Adriático era de un profundo azul y tan cristalino que se podía ver el fondo, él como todos los croatas no  exageraba, pienso que se refería a balnearios como el de CAVAT. Lugar en el  que es increíble ver a lo lejos las hermosas casas de techos de teja roja, los hoteles modernos, los alojamientos para las personas que no desean o no pueden gastar en hoteles, las caminatas con la brisa del mar en el rostro y con el aroma tan particular de pinos, cipreses, laurel y lavanda  son especiales, distintas.  Esta localidad es cuna del célebre científico Baltazar Bogisic y también del gran pintor Vlaho Bukoval.  Se puede  conocer las casas donde ellos vivieron, hoy convertidas en Museos.

En Cilipi, donde se encuentra el aeropuerto de DUBROVNIK hay una iglesia muy linda, los croatas son muy católicos practicantes y los días domingos asisten a misa con toda la familia, en el atrio de la iglesia se presenta un grupo folklórico para el deleite de los turistas.  También puedes apreciar los hermosos bordados que con tanto esmero lo hacen las damas del valle de Konable, una de ellas la Señora ANKA TRKOVIC (mi tía), quien realizaba estos bordados con un arte muy especial, tengo la suerte de poseer algunos ejemplares como un legado de familia.

Están muy cerca de DUBROVNIK las preciosas islas de ensueño Mieit, hoy Parque Nacional, donde fue construido el BNEDICTE MONASTERY DE SANTA MARIA, en el mismo centro de la isla. También están las de Korchula y Lastovo. Croacia es un país de muchas y bellísimas islas.

Todas estas maravillas las conocí gracias a mi familia de GRUDA, mi Tio (Dundo), el Sr. IVO TRKOVIC, su esposa Sra. YELKA TRKOVCI y mis primos los Sres. NIKO y LUKA TRKOVIC, ellos me recibieron en la Casa TRKOVIC de GRUDA, así pude ver y percibir muchas costumbres de ese valeroso pueblo Croata, que cada vez también lo siento mío, hoy debo trasmitir a mis hijos, hermanos, sobrinos y nietos los TRKOVIC del Perú todo lo que vi allá, e incentivarlos para que vayan a conocer el lugar donde nació mi papá y sentirse orgulloso de que por su venas también corre sangre Croata.

Desde lo alto de la fortaleza SOKUL KULA pude divisar el maravilloso valle de GRUDA, localidad agrícola de plantaciones de vid, hortalizas, verduras, que los pobladores cultivan con mucho esmero, esta fortaleza fue construida según mi guía turístico Luka Trkovic hace aproximadamente unos 1200 años para defenderse de los invasores, es todo de piedra, es imponente.

En el Perú existen descendientes de Croatas y sé que muchos de ellos aún no han podido conocer este bello país, yo sugiero al Presidente del Club Croata y sus Junta Directiva que cada año o dos pueden organizar viajes para aquellas personas que quieran conocer el país de sus antepasados.

Para el inmigrante como en cualquier parte del mundo, su primer escollo es el idioma y los apellidos croatas han sido mal escritos, de esta manera hay muchos descendientes que han perdido el contacto con sus familiares. Yo he tratado de ser muy cuidadosa en este aspecto de la comunicación con mi familia y mi apellido, lo escribo tal y conforme está en el pasaporte de mi papá (año 1926), pienso que existe una estadística de los lugares de donde vinieron, ellos podrían ir a conocer Croacia con la ayuda de esta directiva representativa en el Perú, nosotros ya conocemos las maravillas del Imperio Incaico, pero tenemos que conocer la otra parte, ahora siento que lo que me faltaba de mi ser está completo, soy peruana, hablo el quechua y el español y me siento orgullosa de la tradición y la cultura peruana y al mismo tiempo me siento Croata, descendiente de esa raza valerosa que defiende su tierra, su tradición con su vida.

Mis tías han puesto especial esmero al “vestirme” con todos los detalles al estilo tradicional con el “PREGACA”, vestido para los días especiales, han tenido la gentileza de obsequiarme los aretes originales “VEREZICE”, pertenecientes a mi abuela, en cada una de estas acciones por cierto muy significativas, he sentido la presencia de mi Papá, él no pudo volver a GRUDA, pero yo traté de encontrarlo en el aire, con aroma de laureles, pinos, cipreses y lavanda, en los viejos árboles de olivo, de  higos, en las paredes de piedra de la casa donde nació, en su cielo tan lleno de estrellas brillantes, en las montañas, en el azul del Mar Adriático, en cada uno de los TRKOVIC y los CTJEKOVIC, no fue un viaje turístico, es algo mucho más profundo que soné desde que tengo memoria, y el que conoce Croacia no deja de pensar en volver una y otra vez hasta pronto CROACIA, a Dios pido vida y salud para contemplarte bella y recordada GRUDA, recoger las uvas en el mes de setiembre con la cara al sol en las parcelas de mi familia tan bien cultivadas, este valle es maravilloso. ¡Dios quiero volver!...

 

Gilda Trkovic Villafuerte, nació en San Jerónimo, es hija de Marko Trokovic Ctjerovic, un inmigrante Croata que llego a Andahuaylas en el año quien  decide venir al Perú, se establece en el departamento de Ica, se casa con la señora  Augusta Villafuerte Rospigliosi y desde Ica, todavía a caballo el año 1940 viajan a Andahuaylas, San Jerónimo donde se establecen hasta su muerte. De este feliz matrimonio  nacieron sus cinco hijos y  la mayor es Gilda, quien con una gran retentiva evoca pasajes de su infancia en San Jerónimo, la gente del lugar y los inmigrantes, foráneos  tomaron contacto con su padre.  Desde niña uno de sus principales anhelos  fue el de visitar la tierra de su padre, sus ancestros paternos para lo que viaja a Croacia,  a conocer a su gente, su paisaje, su cultura.  De ello, escribe una singular  crónica, en las que amena y sentidamente  nos narra sus experiencias de viaje, para finalmente exclamar: ¡Dios quiero volver!... [mailto:trkoviclucia@hotmail.com] de viaje, para finalmente exclamar: ¡Dios quiero volver!...

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