y es en
Andahuaylas lo que la Semana Santa es en
Ayacuch
NIÑUCHANCHIK PARA EL MUNDO...
Arturo Gutierrez Velasco
En
el Perú está el departamento o Región de Apurímac, es una región enclavada en los andes
centrales y en ella una de sus principales
provincias (7) es la de
Andahuaylas, término que se deriva del quechua “Antawaylla”, por sus celajes en
los atardeceres. Esta provincia por donde se mire tiene un vasto patrimonio natural,
arqueológico y cultural, con un gran
potencial de desarrollo agrícola, ganadero (5 pisos ecológicos) y de explotación minera. En este panorama destaca la
personalidad colectiva de su gente;
que es alegre, solidaria, que hace una fiesta del trabajo, con una
identidad bien afirmada, con un sector de la población en el que se combinan las costumbres
ancestrales con la modernidad.
NIÑUCHANCHIK PARA EL MUNDO...
Arturo Gutierrez Velasco
Cuando
llegan los españoles al Perú, con ellos vinieron las órdenes religiosas (Dominicos,
Franciscanos, Jesuitas, Agustinos,
Mercedarios, Recoletos). Mientras
los Jesuitas construían templos como los
de Cocharcas o el de San Pedro de Andahuaylas, la orden franciscana destacó por su vocación
misionera, llegaron hasta los lugares más recónditos del virreinato, propugnaban la estricta pobreza, humildad, sencillez y
cercanía al pueblo, se avenía muy bien
con el humilde nacimiento del Mesías en un pesebre (o belén con representaciones
de los pastores reunidos para adorar al
recién nacido), por lo que usaron
su representación como elemento de predicación, favorecidos y fortalecidos
por los encomenderos, corregidores, autoridades civiles y eclesiásticas del
virreinato o la colonia y de todos los
tiempos, creándose mitos y leyendas, en torno a las apariciones del Niño que aun se trasmiten oralmente.
A este entorno festivo
al Niño Jesús se le ha denominado cariñosamente “NIÑUCHANCHIK” (Nuestro Niñito) y la gente le rinde un cálido homenaje con sus
cantos y danzas autóctonas, mezcladas e incrementadas paulatinamente con
elementos mestizos y europeos, así como de las tres regiones del Perú. Desde hace mucho tiempo se ha creado una
vivencia religiosa de especial sincretismo, a tal extremo que se puede afirmar que la navidad en Andahuaylas no se
celebra se baila, se danza para el Niño, de repente por la
necesidad que tienen los campesinos de comunicarse corporalmente de expresar lo que sienten, alegría, solicitar
su favor, implorar su protección o su ayuda para una buena cosecha, o nacimiento. Desde siempre ha habido una finalidad mágico-religiosa.
También
se puede afirmar que la navidad andina en Andahuaylas dura un mes y tiene un ámbito
provincial pues se vive en todas las comunidades y barrios. En el valle del
Chumbao, Andahuaylas, la participación es masiva (tres distritos juntos); comienza con la fiesta del Niño Jesús la
víspera del 25 de diciembre en la ciudad de Talavera, sigue la celebración del año nuevo en la
ciudad de Andahuaylas y la Fiesta de
Reyes el 6 de enero en el distrito de San Jerónimo y finaliza con las ceremonias en homenaje al Niño Jesús de
Praga el 25 de enero.
En
el desarrollo de esta festividad destaca la presencia de los “negros o
Negrillos”, danza ejecutada por 12
bailarines. Se practica en Andahuaylas, capital de la provincia, distritos de
Turpo, Talavera, San Jerónimo y
Huancarama, se supone originaria del distrito de Huancaray y por su movimiento, ritmo, expresión corporal, espacio, estilo, variedad de vestimentas, la hacen diferente, más variada y rica como
expresión folclórica de danzas con denominación similar al de
otras regiones. Esta danza caracteriza e identifica a esa provincia y constituye su patrimonio cultural,
es decir una herencia cultural viva que desde la época de la colonia se
trasmite a las generaciones presentes y futuras. Es un bien inmaterial con
especial interés histórico, artístico y estético que requiere un mayor estudio
y protección. Se considera la danza representativa de la provincia de
Andahuaylas.
También están la Huaylas, que
constituyen la contraparte femenina en el homenaje al Niño, ellas son
especialista en canticos en quechua (Villancicos). Está formado por cuatro bailarinas mujeres y dos
“Machus” (viejos) uno de los cuales funge de caporal o director de grupo.
Visten trajes occidentales, amplios adornados con encajes. Portan unas varas o
“azucenas” con cascabeles que rematan en una figura de esa flor o de estrella
de seis puntas. Son especialistas campesinas de los distritos de de Chiara,
Turpo, Huancaray, Ongoy, (Las Huaylias
del distrito de Huaccana calzan suecos).
Se
han determinado además como elementos complementarios de esta festividad la presencia de los llamados “Ukumaris”, “Chunchos”, “Inkachas”,
“Tiburcio” con los que se
testimonian sucesos históricos y
críticas a las autoridades y personalidades vigentes en cada pueblo cuando el
embajador de los negritos, que encabeza la caravana, parado en la montura de un
caballo lee su proclama. Son
días de reflexión y de danza con
rituales de fe, como expresión de
amor al Niño Jesús.
Finalmente, entendidos resumen que Niñuchanchik
es en Andahuaylas, lo que la Semana Santa es en Ayacucho una temporada de
recogimiento y también de promoción del
turismo y la gastronomía locales.
Foto: P. Juan Damiano Palomino
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