FELIZ
28 DE JULIO
CRONICA DE FIESTAS
PATRIAS…
Arturo Gutiérrez Velasco
Un 28 de julio de 1821 en la Plaza Mayor de Lima el General don José de San Martín pronunció las siguientes palabras: “Desde este momento el Perú es libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende. ¡Viva la Patria! ¡Viva la libertad! ¡Viva la independencia!”
Con esta proclamación se iniciaba una nueva
etapa en nuestra historia, la vida independiente, libres de la larga dominación
española que duró casi 300 años. Aunque el virrey José de la Serna había
trasladado su gobierno al Cusco y aún contaba con importantes tropas en la
sierra, el derrumbe del Virreinato era irreversible. San Martín asumió el mando
del Perú libre y durante un año intentó expulsar a los españoles. Esta tarea
fue completada por Simón Bolívar en 1824.
En el mes de noviembre de 1821, llega
a Andahuaylas el General Antonio Jose de Sucre temiendo que Valdés y la Serna,
Generales españoles que ya se habían unido se le adelantaran, estando frente a
frente en el río del mismo nombre por medio, volvió sus pasos y enfiló hacia
Andahuaylas (Jorge
Basadre, Historia de la República del Perú, Tomo I, Pág. 353).
Para los peruanos el 28 de julio es día de fiesta patriótica. En esas fechas se efectúan variadas actividades conmemorativas en las instituciones educativas, civiles y militares, rindiendo homenaje a los próceres de la Independencia y los símbolos de la patria. Las calles se embanderan de rojo y blanco. Los escolares llevan sus escarapelas en el pecho, llegan los circos y abren sus temporadas de medio año, los desfiles y retretas están a la orden del día. En los distritos desde inicios del mes de julio, por las noches en la lejanía todavía se escucha el tocar de cornetas, y hasta waqrapukus, es el ensayo de los integrantes de las bandas que amenizarán el desfile en la plaza del pueblo.
El día 28 es el desfile Cívico Militar
presidido por las autoridades de mayor nivel, se preparan los estrados en
la puerta de los municipios e interminables desfilan las instituciones públicas
y privadas, también asisten desfilando con sus banderolas delegaciones de los
diferentes distritos encabezadas por sus Alcaldes. Todos terminan en los recreos más cercanos
con celebraciones institucionales.
Los colegios también preparan su escolta
y batallones dirigidos por oficiales del Puesto de la Policía o miembros del ejército. En Andahuaylas en los desfiles escolares,
en un tiempo, era tradicional la pugna por lograr los ansiados Gallardetes entre el Instituto Agropecuario Nº 8 de San Jerónimo y el colegio
Juan Espinoza Medrano. El Colegio de Mujeres Belén de Osma y Pardo no
tenía competencia en su género. Posteriormente aparecieron el colegio Gregorio
Martinelly, Manuel Vivanco, Virgen de Fátima y otros centros escolares que
hicieron más difícil la competencia. Los jardines escolares y centros del
primer nivel se ganan siempre al
público con sus alegorías. También era tradicional la chicha blanca y maicillos
que se ofrecían en las esquinas.
Las
fiestas patrias y la corrida de
toros…
Se
estima que existen en el Perú más de 500 festejos taurinos cada año en casi
todos los pueblos del país, ya que las fiestas patronales o las Fiestas Patrias
son celebradas con corridas de toros.
Casi todos los distritos de Andahuaylas estaban inmersos en esta estadística,
sin embargo se hace más difícil la organización de este evento y disminuyen los
distritos que mantienen esta costumbre de
la corrida de toros con el cóndor (especie declarada en extinción) que
nuestro afamado escritor José María Arguedas denominó e inmortalizó como
el «Yawar
Fiesta» o «Fiesta de la sangre».
El
distrito de Pampachiri tiene especialmente construido un coso o ruedo y las
corridas se realizan los días 29, 30 y 31 de julio. La organización es responsabilidad de los “cargontes”
y/o “obligados” encargados de conseguir los toros bravos. Los “capitanes”, organizan o contratan
la cuadrilla de toreros, hacer preparar lo “tominkikos” muñecos en el centro del coso que atraen a los toros o
huecos que hacen como trincheras, con vasijas de chicha a la que los valientes
del `publico corren con su jarro, recogen la chicha y retornan a su valla de
protección.
Esta fiesta
se inicia con el envío de una comisión especial a los cerros más elevados para
lograr la captura de cóndores, delegación que previamente realiza el “Sayma”
y la “Tinkapa” ritual a los apu urqos (cerros) donde habitan
los cóndores. Este ritual incluye
también el sacrificio de un caballo en
el cerro Apu Huamanhuiri, (cumbre
más elevada de la zona), los restos del animal servirán como “cebo” para la captura del cóndor.
Finalmente se da “el toro y
condor despachakuy”, que es la
despedida o retorno a su habitad natural cóndores y los toros jalados
mansamente por sus propietarios, de repente, hasta el próximo año…
Se destaca
que en estas corridas
no se sacrifican a los toros y cóndores.
También para
esas fechas en otros lugares o distritos
los “burladeros”, toril o ruedos se construyen con palos de eucalipto. Encima de ellos se habilitan los palcos para las autoridades: (alferados) que por día les compete la
responsabilidad del “cargo”, la organización de una fecha (Alcalde, Gobernador u otras autoridades) y ocasionalmente ciertas familias notables.
En cada palco, la comida, chicha, aguardiente y otras bebidas se ofrece
generosamente.
Igualmente,
es tradicional el Toro-Velay, el Chutay
-Toro, Qollcce Toro Pucllay.
La fiesta es amenizada por los, Wakrapukus, también se dá el canto de los Qarawis, alternados con las
bandas típicas de músicos, los toques son especiales para estas corridas…
El comentario que califica lo bueno de una corrida
o cargo es de que si hubo o no un muerto en ella. Caso que sucede muchas veces por la extrema irresponsabilidad
de los alcoholizados concurrentes.
Festividades que en
general entrelazan creencias, a
los Apus y los misterios de la
religión apostólica y romana y que forman parte de nuestra cultura viva.
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